Qué mejor manera que volver al blog que con una nueva imagen y filosofía, y contándoos como me fue
en mi cuarta media maratón. Esta vez tocó Huesca.
No era lo previsto, ya que lo
previsto era haber corrido Behobia - San Sebastián el fin de semana anterior
pero por motivos personales no pudimos ir con lo que busqué una alternativa y
además cerca de casa.
Tenía que aprovechar el entrenamiento que había realizado
desde principios de verano y que mejor manera que intentar bajar mi tiempo en
una media maratón que por otra parte me apetecía.
Siempre procuro marcarme algún reto u objetivo a corto-medio
plazo para motivarme a entrenar y a hacer deporte y no caer en la
procastinación. Que, aunque el deporte es un super-hábito fundamental y necesario, que reporta innumerables beneficios, la tentación de quedarse en casa
calentito en estos días de otoño e invierno donde el frío ya empieza a ser
notable, es alta.
Por tanto, un pequeño objetivo, desafío o reto es el mejor antídoto
para la procastinación.
Con mi entrenamiento y mis pequeñas molestias en el pie
derecho allá que nos fuimos mi mujer, Noé y yo hacía Huesca en una mañana fría
pero despejada. El viaje a Huesca es una anécdota y 45 minutos antes de la
salida llegamos al estadio del Alcoraz que es donde se localizaba la salida y
meta.
Además de la media maratón, también se disputaba el cuarto
de maratón a la vez.
Recogido el dorsal y ya cambiado, decidí ir ligero de ropa porque aunque la temperatura no superaba los 3 grados en ese momento sabía que durante la carrera no la iba a necesitar. Acerté.
Recogido el dorsal y ya cambiado, decidí ir ligero de ropa porque aunque la temperatura no superaba los 3 grados en ese momento sabía que durante la carrera no la iba a necesitar. Acerté.
A las 10:03 se dio la salida a los 310 participantes de la
media maratón y los 147 del cuarto de maratón. Tenía un primer objetivo de bajar
de 1 hora y 50 minutos, sabía que lo podría hacer sin muchos problemas pero no creía
que me iba a encontrar tan bien.
Decidí correr la primera mitad de la carrera en torno a los 50
minutos y comencé a ello. Salida muy rápida y primeros kilómetros por debajo de
4:40, demasiado rápido para lo que quería pero me encontraba cómodo. Decidí a
partir del kílómetro 3 mantener el ritmo constante por debajo de los 5 minutos el
kilómetro.
Fuimos atravesando la ciudad por el centro histórico y tras
una subida muy tendida pero larga llegamos al avituallamiento del kilómetro 5.
Muy buen ritmo -pensé.
Cogí fácilmente el botellín de agua y bebí. Como siempre, hay que beber en todos los avituallamientos aunque no tengas sed.
Cogí fácilmente el botellín de agua y bebí. Como siempre, hay que beber en todos los avituallamientos aunque no tengas sed.
Mi primera intención de bajar de 50 minutos en el primer 10.000
cobraba fuerza y así continué en los siguientes 5 km que atravesaban de nuevo
el centro de la ciudad con algún repecho corto que te corta el ritmo.
Llegando al kilómetro 10 tomé mi prmer gel y ya en meta para empezar la segunda vuelta comencé a pensar que conseguir hacer una hora y 45 minutos era más que factible si no desfallecía antes y así se lo dije a mi mujer que me esperaba en meta animándome.
Llegando al kilómetro 10 tomé mi prmer gel y ya en meta para empezar la segunda vuelta comencé a pensar que conseguir hacer una hora y 45 minutos era más que factible si no desfallecía antes y así se lo dije a mi mujer que me esperaba en meta animándome.
De ninguna manera podía pensar que me iba a encontrar tan
bien y más con las ligeras molestias que había sentido días atrás y durante el
calentamiento en el exterior del pie derecho que me tenían un poco ‘mosqueado’.
Comencé la segunda vuelta muy animado y manteniendo el ritmo
en todo momento, iba a 4:54 y 4:55 min/km de media manteniendo el ritmo y con
muy buenas sensaciones. Iba concentrado pero disfrutando.
Del 13 al 14 comencé a notar un pequeño bajón de energía pero no bajé mucho el ritmo.
Comencé de nuevo la subida que llega hasta el kilómtero 15 y cerca del avituallamiento me junté con tres más que llevábamos ritmos parecidos e hicimos la subida juntos. Otro gel para lo que quedaba, un poco de agua y a afrontar la bajada.
Del 13 al 14 comencé a notar un pequeño bajón de energía pero no bajé mucho el ritmo.
Comencé de nuevo la subida que llega hasta el kilómtero 15 y cerca del avituallamiento me junté con tres más que llevábamos ritmos parecidos e hicimos la subida juntos. Otro gel para lo que quedaba, un poco de agua y a afrontar la bajada.
En ese momento me entró un subidón de moral y energía al ver
que seguía manteniendo el tiempo y apreté un poco en la ligera bajada para
poder ganar algo de tiempo para el repecho del centro de la ciudad y sobre todo
para los metros finales.
La verdad es que había bastante gente animando por las
calles lo que es de agradecer pese a la poco participación.
Superé con bastante energía los siguientes kilómetros pero las piernas y el alma decían que estaban llegando al límite. Los tres últimos kilómetros se hicieron duros pero intenté apretar y para cuando me marcaba el GPS que completaba la media maratón, el tiempo que llevaba era de 1 hora y 45 minutos pero aún quedaban unos metros para llegar.
Superé con bastante energía los siguientes kilómetros pero las piernas y el alma decían que estaban llegando al límite. Los tres últimos kilómetros se hicieron duros pero intenté apretar y para cuando me marcaba el GPS que completaba la media maratón, el tiempo que llevaba era de 1 hora y 45 minutos pero aún quedaban unos metros para llegar.
Los GPS siempre tienen desviaciones en cuanto a los metros
recorridos pero tanta…
Me quedaba ese repecho traicionero del final junto a una bajada y otra mini cuesta en la que las piernas no daban más de sí. Crucé la meta en 1 hora 47 minutos y 5 segundos.
Más que contento. Mi mejor tiempo con mucha diferencia. El
objetivo era menos ambicioso pero el entrenamiento que había hecho era para
esto y así fue.
Recogí la camiseta y la bolsa de corredor y a casa con los
deberes hechos y feliz.
think good.
live better.
Un abrazo.
live better.
Un abrazo.
Carlos.