"Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante." -Stephen Covey.
¿Crees que estás lo suficientemente centrado en las cosas que son importantes? ¿Qué es importante para ti? ¿Tu trabajo? ¿Tu familia? ¿El dinero? ¿El éxito? ¿La ausencia de todo esto?
Una de las maneras más efectivas que he encontrado para
sentirme bien y con la sensación de que estoy avanzando adecuadamente es
aprender a centrarme en lo que realmente importa en cada ámbito de mi vida y desechar y dejar de prestar atención y tiempo a lo demás: a todo lo que no me aporta valor.
No es fácil, ya que estamos inmersos en una vorágine de información sin filtrar que nos ciega y nos desvía de lo que realmente nos beneficia. Nos hace dudar de a lo que tenemos que atender para poder avanzar y a menudo perdemos el norte. Es la capacidad de volver a nuestro sitio la que nos proporciona ese bienestar. Aprender a parar a tiempo es una cualidad fundamental para tu desarrollo y tu salud.
No es fácil, ya que estamos inmersos en una vorágine de información sin filtrar que nos ciega y nos desvía de lo que realmente nos beneficia. Nos hace dudar de a lo que tenemos que atender para poder avanzar y a menudo perdemos el norte. Es la capacidad de volver a nuestro sitio la que nos proporciona ese bienestar. Aprender a parar a tiempo es una cualidad fundamental para tu desarrollo y tu salud.
En la mayoría de las ocasiones nos encontramos centrados en
acciones, tareas, proyectos, conversaciones, actividades y otras ocupaciones
que no nos aportan ningún valor, ni personal ni profesional y dedicamos una cantidad ingente de tiempo y energía en ellos.
Al final, estas ocupaciones nos apartan
del camino adecuado para llegar a nuestros objetivos y nos crean una niebla
mental que nos impide centrarnos en lo que es realmente importante y tiene impacto
en lo que hacemos y sentimos.
Cada día realizamos muchas actividades que lo único que hacen
es descentrarnos y llenarnos de información inútil que nos satura y estresa impidiéndonos
trabajar concentrados en lo que queremos o lo que debemos con la energía y
dedicación necesaria.
Esa pérdida de foco es la causa de mucho de nuestro malestar diario. Nos sentimos abrumados por la cantidad de información a la que
dedicamos tiempo, tanto de manera física como de manera mental, pensando continuamente sobre ello y haciendo que se convierta en lo más importante en ese
momento cuando en realidad no tiene importancia.
NADA ES TAN IMPORTANTE COMO PARECE
Como dice uno de los más famosos psicólogos españoles, de gran
reconocimiento en todo el mundo y que, personalmente, me encanta, Rafael Santandreu:
La mayor parte de los problemas de estrés laboral y ansiedad se erradicarían si aprendiéramos a determinar que es lo realmente importante y dejáramos de darle importancia a las cosas que no la tienen.
Para ello tenemos que cambiar nuestras creencias
más arraigadas, desde niños, que nos hacen creer que el dinero, tener pareja,
tener hijos, el trabajo, el reconocimiento, el éxito y demás son lo
más importante.
No amig@, nada de eso es importante. Podrías vivir sin nada
de eso perfectamente y además ser feliz. Si, hay muchos ejemplos, no te los voy
a nombrar aquí todos pero te dejo uno, Viktor Frankl.
Pero, ¿qué es lo importante?
Te voy a decir que es importante para mi: Mi familia, mis amigos, tener una buena forma física y mental y poder tener para subsistir, es decir, alimento y refugio y nada más. Todo lo demás forma parte de algo secundario, también importante, pero en menor grado.
Claro que me gusta y me encanta disfrutar de otras muchas cosas menos importantes, incluso algunas materiales como vestir elegante, ir a un buen restaurante, un viaje a cualquier parte, correr carreras, escribir en este blog, darme algún capricho de vez en cuando, pero la diferencia es que cada vez soy más consciente de que sin todo eso también podría ser feliz y quizá por eso cada vez las disfruto más.
Te voy a decir que es importante para mi: Mi familia, mis amigos, tener una buena forma física y mental y poder tener para subsistir, es decir, alimento y refugio y nada más. Todo lo demás forma parte de algo secundario, también importante, pero en menor grado.
Claro que me gusta y me encanta disfrutar de otras muchas cosas menos importantes, incluso algunas materiales como vestir elegante, ir a un buen restaurante, un viaje a cualquier parte, correr carreras, escribir en este blog, darme algún capricho de vez en cuando, pero la diferencia es que cada vez soy más consciente de que sin todo eso también podría ser feliz y quizá por eso cada vez las disfruto más.
Entonces, teniendo esas creencias, ¿no te volverás un pasota?
¿no dejarás de rendir en tu trabajo o dejarás de estar motivado?
Todo lo contrario; y esa es la grandeza de este pensamiento. Una
vez que cambias la mentalidad y dejas de dedicarle tiempo y energía a lo que no es lo más importante, te relajas. Comienzas a no estar tan presionado por ti mismo y las presiones
externas se vuelven insignificantes. Te vuelves más productivo en tu trabajo
(recuerda, no te presionas), haces desvanecer tus miedos, no tienes esa sensación
de que tienes que tener esto o aquello o si no no conseguirás la felicidad que
tanto buscas (y que no existe, por cierto).
LO QUE NO ES IMPORTANTE
Los 57 correos electrónicos que tienes esperando en tu
bandeja de entrada a ser procesados, no son importantes, no vas a tener nada
importante dentro de esos correos. Si algo es realmente importante para el
desarrollo de tu trabajo, te llamarán o te lo dirán en persona, te lo aseguro.
Por tanto, cierra el correo mientas trabajes. Céntrate en lo importante, en tu tarea actual tarea y cuando acabes, abre el correo y procésalo tranquilamente.
Por tanto, cierra el correo mientas trabajes. Céntrate en lo importante, en tu tarea actual tarea y cuando acabes, abre el correo y procésalo tranquilamente.
No es importante la charla que vas a tener que dar ante 600 personas,
no lo es. Si saliera algo mal, te equivocaras, se te trabara la lengua, ¿qué ocurriría?
NADA. El miedo a ridículo se esfuma no dando importancia, o mejor dicho, dando
la importancia justa a cada situación.
Esto es un trabajo constante que como comprenderás no se
aprende de la noche a la mañana. Yo sigo trabajando en mi sistema de valores de
lo que es importante para mi. Todos los días trabajo en ello y sé que lo conseguiré y tu también. A veces fallo, pero forma parte del proceso. Es necesario.
Es difícil porque hay muchas otras cosas a las que damos importancia
pero rebajando ese nivel de exigencia vivirás más tranquilo, serás mas
eficiente, estarás mas relajado, más alegre y disfrutarás hasta de lo momentos
teóricamente más duros.
1. Coste-Beneficio. Antes de emprender algo pregúntate si te aporta algún beneficio o si tu generas valor a alguien con tu acción. Si no es así, descártalo. Si el beneficio (físico, mental, espiritual, económico o personal) es mayor que el esfuerzo que vas a tener que realizar, adelánte.
2. Áreas de Responsabilidad. Si ese o esa acción, tarea, proyecto, experiencia, lectura, juego o gasto se alinea con tus áreas de responsabilidad ya sea en tu trabajo o en tu vida personal es algo importante.
Hay que matizar que la importancia es relativa, nada es tan importante como lo que vas a identificar en el siguiente punto, lo de verdad. Por tanto, no te presiones más de lo necesario, hay que trabajar y esforzarse en tus áreas de responsabilidad pero con la certeza de que aunque fallaras no sería tan importante. Solo así podrás rendir y disfrutar a la vez.
3. Averigua que es lo importante. Escribe que cosas son realmente importantes, pero importantes de verdad (tener el último modelo de iPhone no es importante, ni necesario). Una vez que determines qué tres o cuatro personas, actitudes, estilos, cosas, proyectos, tareas, hábitos son importantes para ti, céntrate en todo lo que te lleve a ellas y nada más.
4. Rodéate de la gente que te ayude a permanecer en lo importante. Aléjate de aquellos que no te aporten nada, aquellos que restan. No hay que tener millones de amigos, ni es necesario atender a todo el mundo que te requiere.
5. No son importantes las creencias de los demás. Grábatelo a fuego. Fuera complejos. Difícil, si, gratificante, más todavía. Si consigues permanecer al margen de eso habrás ganado mucho. Te sentirás más libre y más enfocado. Esto repercutirá positivamente en tu productividad y rendimiento.
6. Averigua en lo que estás perdiendo el tiempo. Repasa en todo lo que estás centrado ahora mismo. Revisa y anota todo lo que tienes dando vueltas en tu cabeza y no está cerrado, definido o que no te aporta más que estrés.
De todo eso, cierra lo pendiente y valora con lo que te quedas y lo que desechas. Ahora, podrás centrarte en lo importante y liberarte de ruido mental innecesario. Este ejercicio es sumamente eficaz, te recomiendo que lo practiques de vez en cuando cuando te sientas abrumad@. Lo llamo "Vaciado mental".
Dale importancia solo a lo importante y dejarás hueco solo para lo importante. Lo demás sobra.
Un abrazo.
Carlos.
APRENDE A CENTRARTE EN LO IMPORTANTE
1. Coste-Beneficio. Antes de emprender algo pregúntate si te aporta algún beneficio o si tu generas valor a alguien con tu acción. Si no es así, descártalo. Si el beneficio (físico, mental, espiritual, económico o personal) es mayor que el esfuerzo que vas a tener que realizar, adelánte.
2. Áreas de Responsabilidad. Si ese o esa acción, tarea, proyecto, experiencia, lectura, juego o gasto se alinea con tus áreas de responsabilidad ya sea en tu trabajo o en tu vida personal es algo importante.
Hay que matizar que la importancia es relativa, nada es tan importante como lo que vas a identificar en el siguiente punto, lo de verdad. Por tanto, no te presiones más de lo necesario, hay que trabajar y esforzarse en tus áreas de responsabilidad pero con la certeza de que aunque fallaras no sería tan importante. Solo así podrás rendir y disfrutar a la vez.
3. Averigua que es lo importante. Escribe que cosas son realmente importantes, pero importantes de verdad (tener el último modelo de iPhone no es importante, ni necesario). Una vez que determines qué tres o cuatro personas, actitudes, estilos, cosas, proyectos, tareas, hábitos son importantes para ti, céntrate en todo lo que te lleve a ellas y nada más.
4. Rodéate de la gente que te ayude a permanecer en lo importante. Aléjate de aquellos que no te aporten nada, aquellos que restan. No hay que tener millones de amigos, ni es necesario atender a todo el mundo que te requiere.
5. No son importantes las creencias de los demás. Grábatelo a fuego. Fuera complejos. Difícil, si, gratificante, más todavía. Si consigues permanecer al margen de eso habrás ganado mucho. Te sentirás más libre y más enfocado. Esto repercutirá positivamente en tu productividad y rendimiento.
6. Averigua en lo que estás perdiendo el tiempo. Repasa en todo lo que estás centrado ahora mismo. Revisa y anota todo lo que tienes dando vueltas en tu cabeza y no está cerrado, definido o que no te aporta más que estrés.
De todo eso, cierra lo pendiente y valora con lo que te quedas y lo que desechas. Ahora, podrás centrarte en lo importante y liberarte de ruido mental innecesario. Este ejercicio es sumamente eficaz, te recomiendo que lo practiques de vez en cuando cuando te sientas abrumad@. Lo llamo "Vaciado mental".
Dale importancia solo a lo importante y dejarás hueco solo para lo importante. Lo demás sobra.
Un abrazo.
Carlos.