Como tú, millones de personas en todo el mundo piensan lo mismo, pero muy pocas hacen algo realmente para cambiar esos malos hábitos. Echan la culpa al de al lado, a la sociedad, al trabajo, que se yo; a todos menos a sí mismos, pero en uno mismo está la clave de todo. Tú y sólo tú eres el responsable de lo que sientes y si cambias tu forma de vivir, cambiará tu forma de verlo todo.
Hubo un momento que yo necesité un cambio y comencé a investigar, a leer, a ver conferencias, busqué métodos de organización personal, comencé a seguir a gente que realmente transmitía esa motivación necesaria para cambiar, crecer, mejorar día a día y sentirte bien.
Mi nombre es Carlos, estudié química y trabajo en una multinacional. Escribo sobre productividad personal, alto rendimiento y estilo de vida. Llevo muchos años estudiando y experimentando la productividad y el desarrollo personal. Inquieto y con muchas pasiones, sobre todo la lectura, el deporte y la música.
Dos cosas me salvaron la “vida”. Una fue volver a hacer deporte. Fundamental. Me ayuda a liberar estrés, centrarme en mi mismo y me ayuda a ver las cosas de otra manera. Deja tu pereza atrás y muévete. Si crees que es una pérdida de tiempo, cálzate unas zapatillas y sal al parque a correr. Cuando vuelvas, si sigues pensando lo mismo, quítate esas zapatillas, tíralas a la basura y sigue en tu sofá con tus patatas fritas. No estás preparado para cambiar. Sigues teniendo miedo.
La otra cosa fue leer el libro ‘Organízate con eficacia’ de David Allen. Su método, Getting things Done®, me hizo dar un cambio radical a la gestión de mi flujo de trabajo y mi organización personal. Fue como una revelación, pero, ¡¿cómo podía haber vivido sin éste método?!
A partir de aquí comencé a aplicarlo a mi forma de trabajar y continuo haciéndolo y adaptándolo a mí; así como continúo investigando y aplicando nuevas formas de mejorarlo para poder ser más productivo y efectivo, pero sobre todo, para trabajar y vivir con menos estrés intentando alcanzar el máximo rendimiento.
Quiero compartir lo que he aprendido y lo que sigo aprendiendo, lo que vivo y lo que sigo viviendo. Y recuerda, todo depende de ti.
Un abrazo.
Carlos.